Colección ‘Los peques’

¡Sentaros juntos, mirad las imágenes y dejad volar la imaginación!

¡Ya tenemos en formato ebook los cuentos sin palabras publicados por Pia Vilarrubias hace 40 años! Aquí encontraréis historias dibujadas para niños y niñas de 1 a 3 años. Creados para entretener, estos cuentos son un buen estímulo para llevar a los pequeños hacia la lectura de imágenes, para animarlos a contar historias y así compartir con ellos un momento divertido de aprendizaje.

La colección “Los peques” son cuentos sin palabras (historias gráficas) dirigidas a los niños más pequeños que empiezan a hablar. Las imágenes presentan mucha continuidad entre ellas y tratan sobre las primeras experiencias infantiles.

A través de imágenes sencillas (¡sencillo no quiere decir simple!) se representan escenas sobre la curiosidad de los niños y las niñas y el encantamiento que les producen los pequeños descubrimientos o las primeras experiencias: los bichitos que aparecen durante un paseo por el campo y el vínculo afectivo que se genera, la ilusión de estrenar y presumir unos zapatos nuevos, la frizanse de inflar un globo, la magia de las pompas de jabón, el descubrimiento de los animales de la granja, el gozo de pisar un prado lleno de flores, de observar los pájaros o hacerse pendientes con las cerezas durante una excursión en primavera…

En esta primera colección se dibujan hechos cotidianos, como quitarse la ropa, lavarse, vestirse y desayunar antes de ir al colegio. Se representa también una guardería, en la que los personajes comparten actividades en espacios diversos y disfrutan de su autonomía bajo la presencia amable de la maestra. Una escuela en la que aprender, y aprender a relacionarse, comporta felicidad.

Los cuentos sin palabras son un buen recurso para aprender a hablar. Los niños aprenden a hablar hablando, mediante el diálogo. El adulto, si es buen comunicador, sabe retomar las expresiones del niño y de forma natural, volver a introducirlas en la conversación, llevándolas más allá en cuanto a la dicción, el léxico o el relato. Esta situación, que se produce en cualquier entorno familiar, requiere de un espacio comunicativo de calidad, sin prisas, y algo de lo que hablar que despierte el interés y ayude a los niños a la creación del propio relato.

Para despertar el interés de los niños es necesario mostrar contenidos que les sean familiares, que les diviertan y al mismo tiempo les provoquen curiosidad.

Sobre los valores implícitos,  siempre es importante tener en cuenta que un cuento es un cuento. Los valores tienen que estar implícitos, de forma que el interés del adulto, al hacerlos aflorar, no tenga que interferir en la secuencia de la historia.

Por otro lado la identificación de los valores por parte de niños y niñas más mayores, puede resultar útil para crecer en el espíritu crítico. Aquí, un segundo nivel de lectura les permite identificar valores como: el respeto, la empatía, la creatividad, la ayuda, la perseverancia, la colaboración…

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