Es de noche y Nico lleva a sus muñecos a dormir.
Ya en la cama, leen el libro de Bip, que también se está durmiendo. Cuando Nico cree que los muñecos ya duermen, se va de puntillas sin hacer ruido y apaga la luz.
Lina duerme, pero Yotu todavía no. Yotu empieza a llorar y a llorar. Nico corriendo le trae el libro, pero Yotu no quiere el libro. Lina se tapa las orejas para no oír cómo llora. Nico vuelve con un conejito, pero Yotu tampoco quiere el conejito. ¿Quizás se calmará con un chupete? Pero Yotu tampoco quiere el chupete.
Nico se detiene y piensa… ¿Qué debe de querer Yotu? ¡Ah! ¡Se había olvidado del besito de buenas noches! Le da un beso a Yotu que sonríe feliz y se duerme. ¡Ah! Pero Lina también quiere su beso.
Después llega el padre de Nico y se lo lleva a dormir.
Motivación
Una vez más el foco de atención se sitúa entre el llanto y las necesidades de Yotu que, por un lado, necesita el beso y por otro, que se cumpla el ritual establecido para acostarse. También hago un guiño a los límites de la paciencia de Lina, a pesar de que ella también quiere el besito de antes de dormir. Convivir con un pequeño no es fácil, sobre todo si todavía no sabe hablar. Y una vez más, insisto en el rol de Nico. Primero busca soluciones, pero para encontrar la más acertada es necesario pararse a pensar y hacerse una buena pregunta: ¿Qué le pasa a Yotu? Una muestra más de empatía. Hablamos de la necesidad de comprender al otro y de lo importantes que son los rituales para los niños.
Para los niños y niñas
Los niños se pueden hacer la misma pregunta. ¿Porque Yotu no quiere ninguna de las cosas que le trae Nico? ¿Cuándo para de llorar Yotu? ¿Y Lina, por qué no pide el beso llorando?
La conversación puede tratar sobre los rituales que sigue cada uno y tomar conciencia de las necesidades de los más pequeños.
Para padres y educadores
La propuesta es como siempre una conversación tranquila. Una vez más, el personaje de Nico aporta una buena respuesta para adultos y niños. Antes de sobreactuar y buscar la solución rápida es mejor pararse a pensar ¿qué le ocurre a un niño que llora? Intentar entenderle para encontrar una buena salida, sobretodo para el niño.